Ciudad del Vaticano — El nuevo papa León XIV, nacido en Chicago, ha captado la atención no solo por ser el primer pontífice estadounidense, sino también por su herencia profundamente arraigada en la historia criolla de Nueva Orleans, con conexiones afrocaribeñas y un posible vínculo directo con Haití.
Según The New York Times, el papa León XIV, cuyo nombre de nacimiento es Robert Francis Prevost, desciende por vía materna de Joseph Martínez y Louise Baquié, una pareja descrita en registros históricos como negros o mulatos. Vivían en el Séptimo Distrito de Nueva Orleans, un sector conocido por su tradición católica y su herencia afrocaribeña. Ambos emigraron a Chicago a principios del siglo XX, donde nació Mildred Martínez, madre del ahora pontífice.
El genealogista Jari C. Honora, de la Colección Histórica de Nueva Orleans, desenterró documentación clave: certificados de nacimiento y matrimonio, registros del censo e incluso una lápida familiar, confirmando la ascendencia criolla del nuevo papa. Entre los hallazgos, destaca un registro de 1900 que identifica a Joseph Martínez como “negro”, nacido en “Haytí” (Haití), y con ocupación de tabaquero.
Aunque el papa nunca ha hablado públicamente sobre su linaje criollo, su hermano mayor, John Prevost, confirmó los detalles familiares, aunque dijo que la familia no se identificaba como negra. Sin embargo, para muchos, este descubrimiento subraya la presencia histórica —frecuentemente invisibilizada— de católicos negros en Estados Unidos.
“Espero que esto destaque la larga historia de los católicos negros, tanto libres como esclavizados, en este país, que incluye a la familia del Santo Padre”, expresó Honora.
Este hallazgo transforma la narrativa sobre el papa León XIV, presentándolo no solo como el primer papa estadounidense, sino también como un símbolo de la diversidad histórica y espiritual que ha tejido la identidad católica en América.
