Por: Bileidy Medina
Santo Domingo – En 2024, el tránsito en Santo Domingo continuó siendo un desafío significativo para las autoridades y los ciudadanos. La congestión vehicular y la alta tasa de accidentes, con un promedio de cerca de 10 muertes diarias, evidenciaron las debilidades en la gestión del tráfico y la necesidad urgente de mejoras en la infraestructura vial.
Uno de los escándalos más notorios fue el apagón de la red de semáforos en el Distrito Nacional entre el 28 y el 30 de agosto, que paralizó el tránsito y generó caos en las principales intersecciones. El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) responsabilizó a la empresa Transcore Latam por esta falla, alegando una manipulación intencional del sistema semafórico.
Este incidente llevó al INTRANT a rescindir el contrato con Transcore Latam, valorado en 1,317 millones de pesos, y a asumir el control directo de la red de semáforos. La Dirección General de Contrataciones Públicas también suspendió el contrato debido a irregularidades en el proceso de licitación.
De cara al 2025, se espera que el gobierno implemente planes de movilidad sostenible y modernice la infraestructura vial para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, es fundamental que las autoridades fortalezcan la supervisión y transparencia en la ejecución de proyectos relacionados con el tránsito, para evitar repetir los errores y escándalos que marcaron el 2024.
Algunos ciudadanos hacen hincapié en que en calles y avenidas donde haya semáforos en ocasiones la presencia de una la autoridad metropolitana de transporte AMET, no es necesaria, ya que en lugar de facilitar el tránsito vehicular lo ralentiza.