El pasado martes 3 de diciembre de 2024, la Cámara de Diputados aprobó dos préstamos internacionales por un total de 520 millones de dólares, lo que ha generado un intenso debate en el Congreso Nacional. Las opiniones entre legisladores de distintas bancadas están divididas, reflejando desacuerdos sobre la política de endeudamiento del gobierno.
El presidente del Senado, Ricardo de los Santos, justificó la medida señalando que los préstamos eran necesarios para proyectos clave, mientras que Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados, evitó responder directamente sobre el tema. Por otro lado, algunos legisladores han manifestado su desacuerdo con estas aprobaciones.
Carlos Pérez, diputado del partido Fuerza del Pueblo, criticó el uso de los fondos, afirmando que en ocasiones los préstamos son innecesarios y terminan en “los bolsillos del gobierno”. Por su parte, la diputada Juliana O’Neal reconoció que aunque hay préstamos necesarios, seguir endeudando al país en condiciones actuales es complicado.
Yván Lorenzo, vicepresidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fue aún más contundente, acusando al gobierno de Luis Abinader de un manejo irresponsable de la deuda pública. Según Lorenzo, el actual gobierno ha tomado más préstamos que las últimas cuatro administraciones juntas y no ha garantizado los servicios correspondientes a los compromisos adquiridos.
A pesar de estas críticas, un punto en el que varios legisladores coincidieron fue en la importancia de uno de los préstamos, destinado a financiar el monorriel de Santiago. Este proyecto ha sido señalado como una solución crucial para reducir el congestionamiento vehicular y mejorar la conectividad en la ciudad, impulsando el desarrollo urbano en la región.
Las discusiones en torno a la deuda pública continúan siendo un tema central en el ámbito político, reflejando la preocupación de diversos sectores sobre las implicaciones a largo plazo para las finanzas del país.