Naciones Unidas.- El número de víctimas mortales civiles en conflictos armados aumentó un 72 % el año pasado con respecto al año anterior, su porcentaje más alto desde 2015, alertó la ONU hoy en su revisión anual de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) u “objetivos del milenio”.
Del total de civiles fallecidos en guerras en 2023, que ascendió a 33.400, 7 de cada 10 perdieron la vida en Israel y en los Territorios Palestinos Ocupados, a pesar de que el recuento solo incluye hasta finales de 2023 (los 3 primeros meses de guerra en Gaza), informa el documento publicado hoy en Nueva York.
Dentro de esta cifra se computan también los 1.200 muertos que dejó el ataque del grupo islamista palestino Hamás en el sur del Estado judío el pasado 7 de octubre.
“De Gaza a Sudán, Ucrania y más allá, es hora de silenciar las armas, de apoyar a los desplazados y de pasar de gastar en destrucción y guerra a invertir en las personas y en la paz”, afirmó hoy el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la presentación del informe.
Se trata del segundo año consecutivo en que el número de civiles muertos en conflictos armados aumentó drásticamente, invirtiendo una tendencia a la baja de 2016 a 2019.
Además, el número de mujeres que fallecieron en guerras creció por primera vez desde 2015: en 2023, 4 de cada 10 eran mujeres y 3 de cada 10 eran niños.
“Estas alarmantes cifras indican que el camino hacia la paz y la seguridad mundiales se ha desviado (…) Hay que invertir la tendencia, poner fin a los conflictos y que las partes cumplan estrictamente obligaciones internacionales humanitarias y de derechos humanos”, exige el documento.
El “mayor número” de refugiados de la historia
En la presentación de su revisión anual de los ODS, la ONU recordó que solo el 17 % de los 17 ODS van por buen camino para su cumplimiento en 2030, creando un panorama dramático en distintas áreas y con retos interconectados.
Así, “las guerras están trastocando millones de vidas, provocando también el mayor número de refugiados”, una cifra que el año pasado llegó a los 37,4 millones de personas.
Siria, Venezuela, Sudán del Sur, Ucrania, Afganistán y la República Centroafricana, en ese orden, fueron los principales países emisores.
En 2022, el número de refugiados fue de 35,3 millones.
Por su parte, la estadística relativa a los desplazamientos forzosos en 2023 fue, además, la “más alta jamás registrada”: casi 120 millones, frente a los 108 millones de 2022 y los 90 millones contabilizados en 2021.
Fuente: EFE