Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reafirmó este miércoles su intención de jurar como mandatario reelecto el próximo 10 de enero, en un ambiente de “paz y tranquilidad”. Mientras tanto, el opositor Edmundo González Urrutia, exiliado en España y quien se proclama vencedor de los comicios de julio, insiste en que regresará a Caracas para asumir el cargo como jefe de Estado.
En un discurso transmitido por el canal estatal VTV, Maduro aseguró que ese día estará acompañado de “millones de hombres y mujeres que estarán en las calles”. Además, afirmó que acudirá a la Asamblea Nacional (AN), controlada por el chavismo, para tomar posesión de su tercer mandato de seis años.
El mandatario desestimó la legitimidad del Parlamento de 2015, de mayoría opositora, reconocido por Estados Unidos como “la última institución elegida democráticamente” en Venezuela. Maduro calificó este organismo como una “farsa” y una “estupidez”.
Un año electoral en puerta
Durante su intervención, Maduro también adelantó que en 2025 se celebrarán elecciones parlamentarias, regionales y locales, además de seis consultas comunitarias. Estas incluirán temas relacionados con la juventud y la cultura, lo que, según el líder chavista, convertirá el año en una “fiesta de democracia”.
Controversia electoral
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Sin embargo, los resultados desglosados de este proceso no han sido publicados, a pesar de que el cronograma oficial estipulaba su divulgación.
Por su parte, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora, sostiene que Edmundo González Urrutia obtuvo el triunfo, respaldándose en el 83.5 % de las actas electorales que asegura haber recopilado. No obstante, el Gobierno califica estos documentos como falsos.
González Urrutia declaró recientemente que se ve asumiendo el cargo para el que asegura haber sido electo, aunque reconoció que “quienes aún controlan el Estado venezolano no están dispuestos a acatar la voluntad ciudadana expresada en las elecciones”.
La tensión política se mantiene mientras ambos sectores se preparan para lo que promete ser un año decisivo para el futuro del país.