Puerto Príncipe. La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) hizo un llamado este lunes a los actores políticos del país para que redoblen esfuerzos en busca de restablecer la paz social y organizar elecciones, que llevan años posponiéndose en medio de una crisis severa que afecta a esta nación caribeña.
En un comunicado, Binuh destacó que, en el actual contexto de violencia generalizada y urgencia que vive la población haitiana, es imprescindible lograr estabilidad política para mejorar la situación del país.
“La estabilidad política es necesaria para permitir una mejora de la situación en Haití”, señaló la oficina, mientras instó a las partes implicadas a garantizar una solución de transición que respete las aspiraciones y derechos legítimos del pueblo haitiano.
La entidad de la ONU también reconoció los esfuerzos de la Comunidad del Caribe (Caricom) y de otras personalidades internacionales para mediar en la crisis. Asimismo, reiteró su compromiso de apoyar todas las iniciativas destinadas a restablecer la confianza de la ciudadanía en sus autoridades.
La situación en Haití sigue siendo crítica. El domingo, la Policía Nacional abatió a Kendy, alias ‘Jeff Mafia’, considerado el segundo al mando de la temida banda liderada por el expolicía Jimmy Cherisier, alias ‘Barbacue’. En represalia, las bandas criminales desataron una ola de violencia en sectores de la capital, como Poupelard, Poste Marchand y Lalue, con tiroteos e incendios que sembraron el pánico entre los residentes.
La violencia en Haití continúa escalando. Solo la semana pasada, más de 200 personas fueron asesinadas en dos masacres, mientras que los grupos criminales controlan más del 80 % de Puerto Príncipe y sus alrededores. La Policía Nacional y la misión de estabilización de la ONU enfrentan serias limitaciones de recursos para restablecer el orden y la seguridad en el país.
Binuh enfatizó la urgencia de actuar de manera decidida para resolver la crisis y promover el retorno a la democracia, destacando que las condiciones actuales afectan gravemente a la población y ponen en peligro cualquier posibilidad de estabilidad futura en Haití.