SANTO DOMINGO, RD.- La Comisión Especial de la Cámara de Diputados que investigó las denuncias internas en la Cámara de Cuentas ha revelado un ambiente laboral marcado por insultos, vejaciones y constantes enfrentamientos entre los miembros del Pleno del órgano. Más allá de las denuncias por irregularidades administrativas, el informe documenta un clima institucional deteriorado, donde los insultos y las amenazas formaban parte del día a día.
Según se detalla en el informe, una de las confrontaciones más reveladoras ocurrió durante una llamada telefónica entre la secretaria del bufete directivo, Tomasina Tolentino Peralta de Mckenzie, y el presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Ramírez. Durante la conversación, Mckenzie habría respondido con una serie de insultos luego de ser acusada de tener vínculos con el exministro de Hacienda, Donald Guerrero. “Usted es un sinvergüenza, bandido, hijo de su maldita madre”, expresó Mckenzie, quien defendió su postura alegando que solo había enviado a la prensa una carta de inhibición, y que lo haría nuevamente si se repetían tales acusaciones.
El informe también revela que el trato despectivo entre los miembros del Pleno no fue un hecho aislado. Testigos y empleados de la Cámara de Cuentas confirmaron que los miembros se llamaban mutuamente “rata”, “cucaracha” y empleaban frases como “usted no es nadie” durante las reuniones. En uno de los testimonios, Mckenzie detalló que el presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Ramírez, usaba estos términos en encuentros con auditores. “Es costumbre que el presidente se refiera a nosotros como esas ratas, esas cucarachas”, comentó.
Aunque muchas de estas agresiones verbales ocurrían en momentos de tensión, algunas quedaron registradas en correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y grabaciones. Mckenzie, quien explicó que intentó acercarse al presidente tras la primera agresión, denunció que tras confrontarlo, él la mandaba a llamar de manera autoritaria.
Por otro lado, la secretaria auxiliar del Pleno, Iguemota Alcántara, también corroboró los relatos de maltrato y tratos inapropiados entre los miembros. “Sí, se han dado situaciones de irrespeto entre ellos. Palabras fuera de contexto que han subido de tono. Entiendo que sí, que hay irrespetos”, aseguró.
La tensión entre el presidente y otros miembros del Pleno fue otra constante durante la investigación. En los testimonios recogidos, varios empleados y funcionarios expresaron su descontento con el trato recibido, mencionando que se les trataba de manera humillante, como si fueran niños. “Nos tratan como si fuéramos niños: ‘Cállese, espere la palabra, déjese dirigir, usted no es nadie’”, relató uno de los testigos.
Elsa Peña Peña, miembro del Pleno, también se refirió a las prácticas de autoritarismo en las reuniones. Aunque no fue objeto de los insultos más fuertes, como “rata” o “cucaracha”, aseguró que sufría constantes interrupciones y le era negada la palabra cuando no estaba de acuerdo con algún tema. “A mí misma me ha mandado a callar o no me ha dado la palabra”, afirmó Peña.
Este informe ha puesto en evidencia la necesidad de una reforma en la Cámara de Cuentas, ante la situación de caos y maltrato que se vive dentro de la institución. La Comisión Especial continúa analizando los hechos, mientras que los diputados plantean medidas más drásticas, incluyendo la posible destitución de los miembros del Pleno por faltas graves en su desempeño.
Por.- Luis Hernández