SANTO DOMINGO – 24 de abril de 2025 – La República Dominicana vive un momento de fuerte tensión migratoria y movilización política. Mientras el presidente Luis Abinader lidera un recorrido fronterizo desde Dajabón hasta Jimaní, reforzando la vigilancia y lanzando un ambicioso plan de reforestación patriótica, la agrupación nacionalista Antigua Orden Dominicana, encabezada por Ángelo Vásquez, marcha hacia el Palacio Nacional en demanda de medidas aún más estrictas contra la inmigración irregular de ciudadanos haitianos.
Ambos frentes, aunque separados en forma y fondo, coinciden en su narrativa central: la defensa de la soberanía nacional ante lo que consideran una penetración descontrolada de haitianos indocumentados.
Durante su visita a Dajabón, Abinader anunció la construcción de 13 kilómetros adicionales de valla perimetral y dio inicio al plan “Framboyanes por mi Patria”, que prevé la siembra de 5 millones de árboles en la zona fronteriza como medida ambiental y simbólica de resguardo territorial. “Los guardias fronterizos son los ojos de la patria”, declaró el mandatario ante tropas desplegadas en la línea divisoria.
En paralelo, en la capital, Vásquez, vestido de negro y con megáfono en mano, lidera una marcha con destino al Palacio Nacional bajo el lema “Defender la patria no es racismo”. Su agrupación exige políticas más severas contra la migración irregular, denunciando la presencia creciente de ciudadanos haitianos en barrios populares y zonas turísticas como Friusa y Mata Mosquito, donde aseguran que “la identidad nacional está siendo desplazada”.
Este nuevo pulso migratorio ya ha generado acciones concretas por parte del gobierno. Tras la marcha nacionalista del 30 de marzo, el Poder Ejecutivo implementó un paquete de 15 medidas migratorias, que incluyen desde redoblado control en la frontera hasta detenciones y deportaciones masivas de haitianos indocumentados, incluyendo mujeres embarazadas y pacientes en hospitales públicos. Además, se establece el cobro obligatorio por servicios médicos a personas sin estatus legal.
Las redadas migratorias se han intensificado esta semana en zonas sensibles. En operativos coordinados por la Dirección General de Migración, cientos de haitianos indocumentados han sido detenidos y deportados, especialmente en Friusa, Bávaro y otras localidades con alta densidad de población migrante.
La situación sigue en desarrollo, mientras diversos sectores sociales, defensores de derechos humanos y organismos internacionales observan con creciente preocupación las implicaciones humanitarias de esta ofensiva migratoria, que ha elevado la polarización en la sociedad dominicana.