La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, se reunió con representantes de la industria del entretenimiento para abordar los temas de seguridad y contaminación sónica en un esfuerzo por encontrar un equilibrio entre el desarrollo comercial y el bienestar ciudadano. Junto a ella estuvieron el director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, y el director del programa Control de Bebidas Alcohólicas (COBA), Fermin Domínguez, quienes participaron activamente en el diálogo con musicólogos, dueños de bares, discotecas y propietarios de auto adornos.
El encuentro, realizado en las instalaciones del Ministerio de Interior y Policía, tuvo como propósito principal escuchar las preocupaciones del sector privado sobre las normativas relacionadas con la seguridad pública y la regulación del ruido. Raful destacó que, aunque la tasa de homicidios se mantiene baja en comparación con estándares internacionales, la seguridad y el orden social continúan siendo prioridades para su gestión. Subrayó que la “paz y tranquilidad” de los ciudadanos son un principio irrenunciable, y apeló a la colaboración de todos para garantizar el respeto al orden público.
En su intervención, el mayor general Guzmán Peralta explicó el protocolo policial en situaciones de infracción por contaminación sonora, detallando que las autoridades miden los niveles de ruido y registran las bocinas incautadas para asegurar que los responsables sean identificados y procesados conforme a la ley.
Uno de los puntos más discutidos en la reunión fue la propuesta de habilitar nuevas zonas de tolerancia en diferentes localidades, entre ellas Cabral (Barahona), Enriquillo, Nagua y Jimaní, con el fin de regular las actividades musicales y garantizar que se cumpla con los estándares de convivencia ciudadana. Estas zonas, según los planteamientos presentados, serían fundamentales para evitar conflictos y fomentar el respeto entre comerciantes y vecinos.
La ministra Raful y las autoridades policiales reafirmaron su compromiso de continuar el diálogo con todos los sectores involucrados, buscando soluciones que favorezcan tanto a los empresarios del entretenimiento como a la ciudadanía en general, sin sacrificar la seguridad y el orden que el Gobierno se ha propuesto consolidar. Este enfoque responde a la necesidad de armonizar el desarrollo económico con el respeto a los derechos y la calidad de vida de la población.
