Santo Domingo, 15 de abril de 2025 — La tragedia del Jet Set, que dejó un saldo devastador de 231 muertos y cientos de heridos, sigue destapando no solo negligencias estructurales, sino también el oportunismo más ruin y despreciable. La Policía Nacional informó este martes el arresto de Rafael Rosario Mota, alias “Foster”, de 32 años, quien se hizo pasar por supuesto rescatista del colapso, cobrando por entrevistas en medios digitales donde afirmaba haber salvado a 12 personas, incluyendo a una reconocida presentadora de televisión.
El individuo, que nunca pisó la zona del desastre, tejió una historia falsa que recorrió redes sociales y plataformas de streaming, donde fue tratado como héroe, generando likes, dinero… y desinformación.
“La venda en su mano no es producto del colapso. Es una herida por un disparo accidental con un arma de fogueo el pasado febrero, cuando trabajaba en una empresa de seguridad”, informó la Policía.
Pero lo más grave no fue solo la mentira: Rosario Mota también desacreditó públicamente la labor de los verdaderos socorristas, acusándolos de actuar con favoritismo. En su “media tour”, vendió ficción como si fuera testimonio, alimentando teorías y dañando reputaciones reales.
¿Dónde están los límites del morbo?
La tragedia no ha terminado, pero ya hay quienes lucran con la sangre ajena.
Este arresto no es un caso aislado. Otros tres farsantes fueron detenidos la semana pasada: uno fingió ser sobreviviente para atacar a rescatistas, y dos más por difundir imágenes sensibles del cuerpo del fallecido artista Rubby Pérez, en una muestra de total desprecio por la dignidad humana.
Mientras el país exige justicia para las víctimas, no faltan quienes ven en el dolor una oportunidad para obtener cinco minutos de fama o un pago rápido.
La miseria moral de algunos ya compite con el horror de los escombros.
