El Parlamento de Corea del Sur aprobó este sábado la destitución del presidente Yoon Suk Yeol tras su polémico intento de imponer la ley marcial el pasado 3 de diciembre, un hecho que desató una crisis política sin precedentes y movilizó a miles de ciudadanos en manifestaciones masivas.
Con 204 votos a favor, 85 en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos, la moción de censura fue aprobada en una sesión marcada por tensiones políticas y sociales. Esta es la segunda moción presentada en contra de Yoon en menos de una semana, luego de que la primera, el 7 de diciembre, no prosperara.
El presidente destituido, de 63 años, expresó su frustración durante un discurso televisado, pero aseguró que “dará un paso al costado por un tiempo”. También llamó a superar “la política de excesos y confrontaciones”.
Yoon Suk Yeol queda ahora suspendido de sus funciones mientras la Corte Constitucional decide en un plazo de 180 días si ratifica o no su destitución. Si se confirma, será el segundo presidente surcoreano en ser destituido por esta vía, tras Park Geun-hye en 2017.
Crisis y protestas masivas
El intento de imponer la ley marcial por parte del mandatario el 3 de diciembre, enviando al ejército al Parlamento para evitar que los diputados se reunieran, generó una ola de indignación. Decenas de miles de manifestantes tomaron las calles enfrentándose a los militares y presionando a los legisladores para tumbar la medida.
En respuesta, los diputados lograron reunirse y derogar la ley marcial en cuestión de horas, calificando las acciones del mandatario como un “ataque a la democracia”. El líder de la oposición, Park Chan-dae, del Partido Demócrata, calificó la destitución como “una gran victoria para el pueblo y la democracia”.
Al menos 200,000 personas celebraron la decisión frente al Parlamento, mientras que 30,000 manifestantes se reunieron en apoyo al mandatario en otro punto de Seúl.
Presidencia interina y antecedentes
El primer ministro Han Duck-soo asumirá como presidente interino, prometiendo una “gobernanza estable” mientras el país enfrenta la incertidumbre política.
Corea del Sur tiene antecedentes en casos similares. En 2004, la Corte Constitucional invalidó la destitución del presidente Roh Moo-hyun dos meses después de ser aprobada por el Parlamento, lo que añade expectación sobre el resultado final en el caso de Yoon.
El episodio deja al país dividido, pero con una clara muestra de movilización ciudadana y resistencia frente a lo que muchos consideran un intento autoritario de romper con las instituciones democráticas del país.