Santo Domingo. – Un hermano de uno de los fallecidos en la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set denunció que el establecimiento ya presentaba graves fallas estructurales que fueron ignoradas por los propietarios, lo que podría haber contribuido al colapso fatal del techo que cobró la vida de al menos 20 personas.
Según Juan Nolasco, hermano de Aroel Nolasco, quien se encontraba en el lugar junto a su esposa Natalia y falleció en el incidente, ambos visitaron la discoteca apenas una semana antes de la tragedia. Durante esa visita, verificaron personalmente los problemas de filtración de agua en el techo, lo que generó serias preocupaciones. En ese momento, algunos empleados intentaban tapar las luces con una lona, sin solucionar el problema estructural de fondo.
“El techo no tenía columna ni soporte en el centro, y el lugar estaba poniendo parches para un problema mucho más grave”, explicó Nolasco. Asegura que, aunque los empleados intentaban mitigar los daños visibles, nunca se tomaron medidas estructurales correctivas.
Este testimonio ha dado lugar a múltiples interrogantes sobre las condiciones de seguridad del centro de diversión y si los propietarios tomaron las precauciones necesarias para evitar una tragedia de este tipo.
El presidente de la República, Luis Abinader, y las autoridades responsables ya se encuentran investigando las causas del colapso, mientras se mantiene un operativo de búsqueda y rescate para localizar a las personas aún atrapadas bajo los escombros.
¿Culpabilidad por negligencia?
La denuncia de Nolasco pone de relieve una posible negligencia por parte de los propietarios de la discoteca, al no atender de forma efectiva los problemas estructurales que ya eran evidentes, incluso poco antes del colapso fatal. La falta de columnas y soportes adecuados en el techo, además de las filtraciones, podrían haber sido factores determinantes en el desastre ocurrido.
El grupo de RCC Media, liderado por Antonio Espaillat, propietario de Jet Set, aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las denuncias, pero la investigación judicial está en marcha. Este trágico episodio podría cambiar la percepción sobre la seguridad en establecimientos de entretenimiento en la República Dominicana.