Santo Domingo, R.D. – Este 10 de mayo se cumplen 27 años del fallecimiento del Dr. José Francisco Peña Gómez, líder emblemático del pueblo dominicano y figura clave en la historia política del país. Murió a los 61 años en 1998, dejando una huella imborrable como tribuno, defensor de la democracia y voz de los más pobres.
Peña Gómez, nacido el 6 de marzo de 1937, fue entregado en adopción durante la masacre antihaitiana ordenada por Trujillo, un hecho que marcó su vida desde la infancia y lo conectó profundamente con los sectores más vulnerables. Hijo de María Marcelino, dominicana, y del señor Oguin, su ascendencia ha sido motivo de debate, pero su arraigo nacional jamás estuvo en duda.
El 24 de abril de 1965 protagonizó un momento decisivo para la historia democrática del país al convocar, desde el programa Tribuna Democrática, a la insurrección popular contra el régimen del Triunvirato. Su llamado, acompañado de la Marsellesa, movilizó a las masas en demanda del retorno del profesor Juan Bosch y la restauración del orden constitucional.
Peña Gómez fue alcalde del Distrito Nacional (1982-1986) y líder indiscutible del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Aunque aspiró tres veces a la presidencia, nunca logró alcanzar el cargo. Falleció siendo candidato a la alcaldía, que su partido ganó días después con Johnny Ventura.
Reconocido por su oratoria electrizante, su liderazgo continental y su entrega a las causas populares, Peña Gómez es recordado hoy como un símbolo de humildad, coraje y vocación democrática. Sus errores los estudiarán los historiadores, pero su legado perdura en la memoria colectiva como ejemplo de dignidad y lucha social.
Por Luis Hernández
Periodista
