Por Luis Hernández
SANTO DOMINGO.– El poderoso brazo de la Procuraduría General de la República entró al ruedo judicial este viernes con la presencia del magistrado Wilson Camacho, titular de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, quien lidera al equipo de fiscales en la audiencia de medidas de coerción contra los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, imputados por la tragedia en la discoteca Jet Set, ocurrida el pasado 7 de abril.
Camacho, conocido por su estilo frontal en casos de alto perfil, llegó al tribunal decidido a argumentar por qué Antonio Espaillat debe cumplir 18 meses de prisión preventiva y Maribel Espaillat reciba arresto domiciliario u otras medidas menos gravosas.
El Ministerio Público basa su solicitud en la gravedad del hecho, la cantidad de víctimas mortales y lesionadas y el riesgo de fuga, según consta en el expediente.
LAS VÍCTIMAS TAMBIÉN DICEN PRESENTE
A la audiencia también acudieron numerosas víctimas y querellantes, quienes aseguran que no se conformarán con medias tintas y exigen justicia. Algunos de ellos han expresado su indignación por la calificación jurídica preliminar del Ministerio Público, que no incluye homicidio voluntario, como han solicitado varios abogados de las familias afectadas.
CONTEXTO
Antonio Espaillat es señalado como principal responsable del colapso del techo del establecimiento, ocurrido la noche en que la orquesta de Rubby Pérez se presentaría. Pruebas incluidas en el expediente apuntan a que Espaillat conocía los riesgos estructurales del local y que incluso recibió advertencias escritas pocas horas antes del incidente, pero decidió no cancelar el evento.
La audiencia se lleva a cabo bajo estrictas medidas de seguridad y gran expectativa mediática. Se espera que la jueza a cargo dicte hoy mismo su decisión sobre la solicitud del Ministerio Público.
