Por Luis Hernández
La tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, que dejó 236 muertos y más de 180 heridos, ha provocado una ola de indignación y ha puesto en la mira a su propietario, Antonio Espaillat, y a su hermana, vinculada también a la administración del local. Las preguntas que hoy se imponen son claras: ¿enfrentarán consecuencias penales? ¿O solo civiles? ¿Pueden ir a prisión por esta catástrofe?
¿CUÁLES SON LAS POSIBLES SANCIONES?
De acuerdo con juristas consultados por N Investiga, sí existe la posibilidad de que Espaillat y su hermana enfrenten cargos penales, dependiendo de lo que determine la investigación del Ministerio Público. Si se comprueba que hubo negligencia grave, violaciones a normas de seguridad, uso indebido de permisos o falsificación de documentos, se podría configurar homicidio involuntario por imprudencia, delito que en el Código Penal dominicano puede conllevar penas de hasta 5 años de prisión, ampliables en caso de múltiples víctimas o agravantes.
Si se llegara a comprobar dolo o conocimiento previo del riesgo estructural del local y aun así se permitió su uso, entonces el caso podría escalar a homicidio con dolo eventual, con penas que podrían alcanzar los 20 o incluso 30 años de prisión.
¿Y EN EL ÁMBITO CIVIL?
Independientemente de la vía penal, Espaillat y su entorno enfrentan una avalancha de demandas civiles. Decenas de familiares de las víctimas ya han interpuesto querellas en su contra, exigiendo indemnizaciones millonarias por la pérdida de seres queridos. Se estima que las reclamaciones acumuladas podrían superar los RD$2,000 millones, especialmente si se toma como referencia el precedente del caso PolyPlas, donde una sola familia logró una sentencia civil favorable por RD$2 millones.
¿HAY RESPONSABILIDAD DEL ESTADO?
Otra vertiente clave es la responsabilidad subsidiaria del Estado, que según expertos, podría ser demandado por omisión de supervisión, negligencia en la fiscalización de estructuras, permisología irregular y fallas en los protocolos de inspección preventiva. Las labores de rescate, asistencia médica y autopsias, ejecutadas bajo emergencia nacional, también abrieron interrogantes sobre la precariedad institucional ante emergencias de gran escala.
COMPARACIONES INTERNACIONALES
El especial de N Investiga compara lo sucedido con el Jet Set con otros casos emblemáticos, como:
-
El incendio en la discoteca The Station (Rhode Island, EE.UU., 2003): 100 muertos. Dos dueños fueron sentenciados a prisión.
-
La tragedia de Cromañón (Buenos Aires, 2004): 194 muertos. El dueño, Omar Chabán, fue condenado a 10 años de prisión. El entonces jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, fue destituido.
-
El incendio de la discoteca Kiss (Brasil, 2013): 242 muertos. Cuatro personas fueron condenadas a penas entre 18 y 22 años de cárcel.
Estos casos sentaron precedentes en sus países para reforzar leyes de seguridad pública, mejorar regulaciones en espacios de alta concentración y clarificar responsabilidades penales en catástrofes colectivas.
¿QUÉ DICEN LAS VÍCTIMAS?
Bryan Saldaña, viudo de Ruth Elisa Jerez —una de las víctimas— expresó su decisión de ir hasta las últimas consecuencias. “Yo voy a trabajar en el terreno que ellos quieran, donde quieran y como quieran”, dijo con la voz quebrada. Él representa a familiares de más de 200 fallecidos y sobrevivientes que ya se han unido en una acción colectiva ante los tribunales.
¿QUÉ SIGUE?
El Ministerio Público ya ha interrogado dos veces al testigo clave y querellante, Gregory Adames, quien también ha denunciado intentos de intimidación por parte de Espaillat. Si las investigaciones revelan irregularidades estructurales, complicidad de funcionarios o falsificación de documentos oficiales, Espaillat podría enfrentar no solo prisión, sino también el embargo de sus bienes para responder a las víctimas.
La tragedia del Jet Set no es solo un desastre humano, sino también una prueba de fuego para el sistema judicial dominicano. ¿Será este el caso que marque un antes y un después en la manera de juzgar a los responsables de muertes colectivas evitables? El país entero lo observa.