Santo Domingo. – En una imagen poco común y cargada de simbolismo político, el presidente Luis Abinader se reunió este lunes con los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía en una cumbre de alto nivel celebrada en el Ministerio de Defensa, centrada en la creciente presión migratoria desde Haití y sus implicaciones para la seguridad nacional de la República Dominicana.
El encuentro se desarrolló en medio de un alarmante aumento de la migración irregular desde el vecino país, sumido en una crisis humanitaria, política y de seguridad sin precedentes. Participaron también el ministro de Defensa, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, el director del DNI, Luis Soto, y el canciller Roberto Álvarez, entre otros altos mandos civiles y militares.
Estrategia de contención
Fuentes oficiales indicaron que la reunión tuvo como propósito articular una estrategia conjunta para frenar el ingreso irregular de ciudadanos haitianos y reforzar las operaciones de control en la frontera, en un momento que las autoridades describen como “crítico”.
Entre las medidas discutidas figura la intensificación de los operativos de repatriación, con una meta de hasta 10,000 retornos por semana, bajo el alegato de que se realizan conforme a los protocolos internacionales y con respeto a los derechos humanos.
Asimismo, se contemplan acciones contra las redes de tráfico de personas, el fortalecimiento de la infraestructura fronteriza, y la modernización de equipos y vehículos militares para mejorar la vigilancia en los más de 380 kilómetros de frontera terrestre con Haití.
Cifras y contexto
Desde el inicio del plan nacional de interdicción migratoria, la Dirección General de Migración (DGM) ha informado la repatriación de más de 151,000 ciudadanos haitianos, mediante operativos diurnos y nocturnos en provincias clave como Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales.
Respaldo internacional
En paralelo, Estados Unidos ha manifestado su interés en colaborar con el gobierno dominicano para contener la crisis, en el marco de una agenda bilateral más amplia que incluye seguridad regional, comercio y lucha contra el narcotráfico.
El presidente Abinader subrayó que la estabilidad interna del país es una prioridad innegociable: “Actuar con firmeza y responsabilidad es un deber de Estado. La República Dominicana no puede cargar sola con el colapso institucional de Haití”, afirmó.
La reunión con los tres expresidentes, en un mismo espacio y con un mismo propósito, envía un claro mensaje de unidad nacional frente a una de las mayores amenazas geopolíticas de los últimos años para el país.
