Por: Leidy Esmeralda
CÚCUTA (COLOMBIA) – El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) hizo un llamado este sábado a una intervención internacional en Venezuela, avalada por Naciones Unidas, con el objetivo de destituir al líder chavista Nicolás Maduro tras su controvertida juramentación para el período 2025-2031.
“Pedimos una intervención internacional, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, que desaloje a esos tiranos del poder y convoque de inmediato a unas elecciones libres”, afirmó Uribe durante un acto político en Cúcuta, ciudad que alberga el principal paso fronterizo entre Colombia y Venezuela. El expresidente manifestó su respaldo a la oposición venezolana en un evento denominado “plantón por la libertad”.
Maduro fue investido el pasado viernes por la Asamblea Nacional (controlada por el chavismo), pese a que la oposición asegura que Edmundo González fue el ganador legítimo de las elecciones celebradas en julio de 2024.
RESPALDO A LA OPOSICIÓN VENEZOLANA
Uribe, acompañado de líderes de su partido, el Centro Democrático, expresó su apoyo a los líderes opositores María Corina Machado y Edmundo González, a quienes calificó como “campeones universales de la democracia”. Durante el evento, Uribe también hizo un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para que actúe de acuerdo con la Constitución y contribuya al desalojo del gobierno de Maduro.
Por su parte, la senadora uribista María Fernanda Cabal destacó que “Venezuela es un Estado criminal” y alertó sobre los riesgos que enfrenta Colombia bajo el liderazgo del actual presidente Gustavo Petro. Cabal afirmó que “no hay vida sin libertad, ser esclavo no es una opción. Venezuela será libre de la mano de María Corina Machado”.
CIERRE DE LA FRONTERA Y VISITA DE FUNCIONARIOS
La visita de Uribe coincidió con la de los ministros colombianos Luis Gilberto Murillo (Cancillería) y Juan Fernando Cristo (Interior), quienes viajaron a la región tras el cierre temporal de los pasos fronterizos decretado por el gobierno venezolano con motivo de la juramentación de Maduro.
Murillo aseguró que la postura de Colombia frente a la situación en Venezuela ha sido “prudente y responsable”. Aunque el gobierno de Gustavo Petro no reconoce la legitimidad de las elecciones venezolanas, ha optado por mantener las relaciones con el vecino país debido a los efectos directos en la frontera, una zona de gran intercambio comercial y humano.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros que alberga a unos 12 millones de personas. La reapertura de este paso fronterizo, que estuvo cerrado durante años por decisión de Maduro y el gobierno de Iván Duque, fue uno de los principales logros diplomáticos de Petro al llegar al poder. Sin embargo, la crisis política en Venezuela sigue generando tensiones en la región.